Controlar la cocción de la pasta para la producción de papel La pulpa química se define mejor como un proceso típico para la producción de pasta de papel, que incluye la cocción de la pasta, el cribado, el lavado y el blanqueo. La cocción kraft o cocción química de la pasta, un método tradicional en la industria papelera, es un método para convertir cualquier fuente fibrosa o astillas de madera en pasta de papel. Se pueden producir papeles de alta calidad con el método de fabricación de pasta química, ya que la mayor parte de la lignina y las hemicelulosas que quedan en la madera se disuelven en la cocción kraft. El resultado es una mejor separación de las fibras de celulosa. En términos sencillos, la cocción kraft es la etapa principal del proceso de fabricación de pasta de papel. La producción de papel y cartón son las mayores aplicaciones no alimentarias de los almidones. Los adhesivos de almidón se utilizan en numerosas fases del proceso de producción de papel y cartón:

• Extremo húmedo: Los almidones catiónicos se utilizan como aglutinantes de las fibras de papel, proporcionando resistencia a la hoja de papel resultante.
• Encolado de la superficie: Las hojas de papel se rehumedecen con soluciones de almidón para reducir la tendencia del papel a absorber líquido, permitiendo que las tintas se sequen en la superficie del papel en lugar de ser absorbidas.
• Recubrimiento de papel: El almidón se utiliza como aglutinante en los recubrimientos de papel, que mejoran las características de la superficie como la dureza, la blancura y el brillo.
• Cartón ondulado: Se aplican adhesivos de almidón en las puntas de la lámina ondulada para pegarla a los papeles liner planos.
• Placa de yeso: Los almidones se añaden al yeso, proporcionando fuerza a la placa y actuando como pegamento para la roca de yeso curada con el recubrimiento de papel.
• Colas de almidón: Las colas a base de almidón se utilizan para la encuadernación de libros, la producción de sacos de papel, el bobinado de tubos, el papel engomado, los adhesivos para sobres, los adhesivos para papel pintado, las colas escolares y el etiquetado de botellas.

Tanto si se trata de un proceso de cocción por lotes como de un proceso de cocción continuo, controlarlo con un refractómetro de proceso SCHMIDT + HAENSCH lo hace más eficiente.